Palermo, ‘asilo de centroderecha’: pero si hubiera Lagalla…

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Descontento pese a la bajada de Silvio al campo.
Lo que sucede en la coalición.

La definición más común, para contar la historia atormentada del candidato de centro-derecha a la alcaldía, en Palermo, es un ‘manicomio’.
Y la gente que está dentro de este centro-derecha lo pronuncia, por diversas razones, lo que, en palabras, anuncia la muy ansiada pacificación, pero, en los hechos, no la persigue.
Todavía no hay rastro concreto de la supuesta cumbre Berlusconi-Meloni-Salvini para sacar una síntesis de las fragmentaciones conocidas.
Mientras tanto, los rumores se suceden.

La pacificación (que no está)

La intervención de Berlusconi produjo solo un resultado tangible: la parada momentánea de la IED en la convergencia en roberto lagalla, ex rector y competidor centrista.
Sin embargo, la solicitud simultánea de una cumbre para discutir el “problema de Sicilia” no fue seguida por el establecimiento de una entrevista.
Silvio sintió con Giorgia Meloni quien reiteró el punto: ‘Pensamos a partir de Musumeci bis.
Si no se resuelve la cuestión, con garantía de que no se puede desatender, iremos a Palermo con el profesor Lagalla’.
Y este es el nudo hasta ahora inextricable que provoca dolor de estómago en Forza Italia y en la Liga que centra en el Palazzo d’Orleans por las secuelas de Musumeci.
Los aliados -si se les puede llamar así a todos, entre ellos- no pretenden emitir lo que consideran un billete en blanco.
Pero Hermanos de Italia no se movió de ahí, por una cuestión política y de principios sobre el ‘renombramiento de los salientes’.
O esto o nada.
Exacto, un manicomio.

Lagalla sigue, pero…

Mientras tanto, el profesor Lagalla continúa.
Ve gente, conoce gente.
Pero también Carolina Varchi, indicada por los melonianos como candidata y formalmente en la cancha, conoce gente y ve gente.
hace lo mismo Totò Lentini, yoel candidato autonomista.
La sensación es que la presentación de Francesco Cascio (también en la campaña electoral ‘vientre a tierra’), Fuerzas campeona en billete con la Liga, ha encendido aún más los ánimos o, al menos, es un pretexto para reivindicar una ‘vuelo hacia delante’, en un contexto que se debate entre la unidad declarada y la polémica real.
El tiempo se va acortando para la coalición que está dando lo peor de sí, dando la impresión de que el desafío de las selecciones regionales es el único que importa y que Palermo, con sus necesidades dramáticas, se mantiene en la segunda fila.

‘Asilo de centro-derecha’

‘Hay mucha ira en nuestra gente – es la síntesis de varias voces escuchadas – sobre todo porque existe la conciencia de que cada uno de los candidatos en el campo – Cascio, Lagalla y Varchi – ganaría sin inconvenientes, con el centroderecha cohesionado.
Corremos el riesgo de perder Palermo y luego la región por disputas que ni siquiera son partidistas, sino personales”.
Alguien más argumenta que incluso el profesor y ex rector podría hacer el famoso paso al lado, si hubiera un fuerte acuerdo de los líderes nacionales.
Y hay quien le considera, en cambio, el mejor candidato posible ‘porque es un hombre que no viene de partidos sino de la sociedad y pesaría también en el famoso campo amplio’.
Pero en el dividido centroderecha -en el que lo que es cierto ahora podría superarse en cinco minutos- estas consideraciones, como las demás, también están dando paso al caos.