Gerente de la CGIL de Palermo despidió a Pec, el abogado: es una represalia

Despedida después de 35 años de trabajo, con un Pec que recibió en su casa hace ocho días mientras estaba enferma. No pasa en cualquier empresa, sino en la CGIL de Palermo.
Protagonista Enza Renna, 56 años, histórico director de la Cámara de Trabajo de via Meli, sede que lleva el nombre de Giovanni Orcel, asesinado por la mafia hace 133 años por sus luchas por el respeto de los derechos de los trabajadores.

El secretario general de la CGIL de Palermo, Mario Ridulfo, le informó de su destitución el 14 de octubre. pero para el abogado Alessandro Duca, quien impugnó la disposición informando también a la CGIL nacional y regional, es “el acto final de una serie de conductas intimidatorias, represalias y persecutorias implementadas por Ridulfo contra Renna desde su elección que tuvo lugar en noviembre de 2019”. .

“La conducta cesó temporalmente luego de un arreglo”, firmada el 16 de noviembre de 2021 “pero agrega el abogado” reanudó de manera más sistemática y efectiva, luego de la solicitud “ realizado por Enza Renna para restablecer los derechos «de haber emitido los vales de comida expresamente previsto en el art. 58 del reglamento de personal de la CGIL nunca pagó ni a favor de mi cliente ni a favor de compañeros, con la impugnación disciplinaria del 14 de marzo de 2022 y con la posterior sanción disciplinaria de tres días de suspensión del trabajo y del salario del 23 de marzo de 2022 impugnada prontamente ante el juez laboral”.

“Posteriormente, tras la notificación del recurso de la sanción disciplinaria, que también contenía la solicitud de condena de la CGIL al pago de vales de comida – dice el abogado Duca – las conductas de represalia e intimidación destinadas a obtener la dispensa del recurso de Renna continuaron con el concurso disciplinario del 19 de julio y con el concurso disciplinario del 6 de octubre culminando con la sanción de despido por justa causa». La mujer, dice el abogado Duca, fue “espiada a través de una agencia de detectives” por “sus movimientos durante la enfermedad comprobados con un certificado médico irrefutable con un diagnóstico como para exigir a mi cliente que no se quede en casa para promover la curación».

Esto, para el letrado, “confirma más allá de toda duda razonable el designio de represalia y persecución perpetrado contra mi cliente”. Según el letrado, el despido “es nulo por su evidente represalia” y “en todo caso, ineficaz porque se impuso sin ni siquiera oír a mi representado, a pesar de la solicitud expresa formulada por éste en el escrito de justificación de 10 de octubre”. “. “Golpear a uno para educar a cien -concluye el abogado- es realmente una consigna que no debe inspirar una organización sindical que se inspire en los principios democráticos y los valores éticos”.

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