El mundo escolar llora a Tiziana Cannavò: "La gente como ella nunca muere."

Él mundo escolar está en luto. No es solo la familia la que está de luto por el fallecimiento de Tiziana Cannavo sino los muchos compañeros, amigos, profesores que la conocieron y trabajaron muy de cerca con ella. El maestro palermitano falleció ayer tras una enfermedad. Tenía 51 años y había enseñado durante mucho tiempo en el liceo clásico Meli.

Después de asistir a la escuela secundaria en Monreale, su carrera comenzó en 1995 con una licenciatura en clásicos de la Universidad de Palermo. Luego su primer papel en Partinico y el regreso a Palermo, al liceo Meli donde enseñó italiano y latín durante mucho tiempo. Finalmente, el inicio de un nuevo camino, con el papel de profesor titular en el instituto Manfredi-Tanari de Bolonia, luego en el instituto comprensivo de Montelepre y en la dirección didáctica De Gasperi en Palermo. Marco Bono actualmente profesor en el liceo Ninni Cassarà, impartió clases en el liceo clásico Meli, junto a Tiziana. Y llora recordando a su colega. “Estudiamos juntas en Clásicas, luego nos encontramos enseñando juntas en Meli –cuenta la docente– donde ella también era RSU y cuidaba no solo a los alumnos sino también a nosotros los trabajadores. Luego, hace tres años, ganó el concurso para director. Nunca olvidaré su amabilidad absoluta. Incluso con su enfermedad, vino a la escuela y nunca faltó. Estaba disponible para todos, incluso si probablemente era ella quien necesitaba ayuda. Todos la amaban y las personas como ella nunca mueren”.

Incluso el director del instituto hotelero Pietro Piazza, Pecoraro, la recuerda con mucho cariño. “Persona servicial y sumamente amable – recuerda el director -. La conocí cuando era regente en la dirección de enseñanza De Gasperi. En apenas unos meses de presencia, había dado nueva luz. Es una pérdida importante”. Incluso los alumnos de Tiziana Cannavò, como Alessandra Botta, no dan paz. “Hay personas que más que otras dejan una huella imborrable en tu vida – dice la niña dirigiéndose directamente a su maestra en un post en redes sociales – Prof, ella era una de ellas, y no me refiero solo a la docencia. Era una madre para todos: reconocía los momentos oscuros, un mal día, una sonrisa forzada. Sabía sostener con fuerza las pasiones, incluso cuando ni nosotros lo creíamos. En uno de los últimos mensajes que intercambiamos después de muchos años, ella me escribió “Sabía que podías hacerlo”. Prof no puede ni imaginar lo agradecido que estoy con ella, gracias por la persona maravillosa que fue y siempre será. Fue un gran regalo conocerla y agradecerle todo lo que me enseñó”.

Nadia Ferraro también define como “un privilegio” haber conocido a su profesor de latín que también dejó huella en su vida. Su amiga Serena Tudisco siempre ha sido su amiga, desde la década de 1990 “que formó el escenario –dice– para el encuentro de nuestras vidas, para el estudio, para el latín, para la enseñanza. Recuerdo Monreale, el Collegio di Maria, los paseos en coche, tu sencillez, tus ganas de hacer, de amar, de crecer. Recuerdo cuando en clase, con tu inolvidable sonrisa y tus ojos verdes, nos dijiste que tu novio se llamaba “Amoroso” para hacernos entender lo que era el amor, incluso partiendo de un nombre. Me rompe el corazón saber que ya no estás aquí”.

© Reproducción reservada

Category Palermo