El marfileño desaparecido en Acate, el alcalde: “Esperamos la verdad”

La ciudad de Acate pide justicia para Daouda Diane, la marfileña desaparecida el 2 de julio del año pasado. El alcalde de Acate, Giovanni Di Natale, está muy conmocionado por la historia del costamarfileño de 37 años, del que no se tienen noticias desde hace casi seis meses. «El 2 de diciembre – explica Di Natale – participamos con mis concejales en la manifestación organizada por los sindicatos de base de la USB, que contó con la presencia de numerosos exponentes de diversas organizaciones. Queremos dar una señal. Esperamos que pronto se sepa lo sucedido y se pueda devolver la verdad y la justicia a las familias de Costa de Marfil. Se lo debemos a una esposa y un hijo de 8 años. Lamentablemente, Acate está en los titulares de esta fea historia. Esperamos que pronto se sepa la verdad y que se pueda devolver algo de tranquilidad a su familia y a esta comunidad. Daouda fue conciudadano nuestro por poco tiempo: pero lo sentimos como uno de nosotros».

Mientras tanto, el sindicato USB continúa manteniendo alta la atención. Se promovió una recaudación de fondos que permitió enviar 2.000 euros a la familia que se quedó sin apoyo económico. Con su trabajo en Italia (fue mediador cultural en un centro de primera acogida Cas en Acate) Daouda mantuvo a su mujer y a su pequeño hijo, pero también a su hermano y sobrinos que, gracias a él, pudieron ir a la escuela. Daouda debería haber regresado a Costa de Marfil el 21 de julio: ya había comprado su boleto de avión y estaba trabajando duro, incluso con trabajos ocasionales, para juntar el dinero para llevar a casa. El 2 de julio había salido de casa por unas horas de trabajo en la fábrica de cemento. Sin embargo, los propietarios negaron que trabajara allí, alegando que había ido a pedir trabajo pero que le habían dicho que no. Poco después del mediodía le envió videos a su hermano y amigo con quien vivía en Acate, mostrando su lugar de trabajo: “Aquí nos morimos”, dijo. Eran los días de calor máximo y para él, trabajar para limpiar las mezcladoras de cemento era un gran suplicio. Nadie sabe qué pasó poco después, en la madrugada el celular estaba apagado. Los responsables de la cementera han explicado que ha dejado la empresa. Pero todo rastro de él se ha perdido. Hace unos días, los carabineros realizaron nuevas inspecciones con perros moleculares en la cementera y en otros terrenos propiedad de los dueños de la cementera. Pero los controles no arrojaron resultados.

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