Impuestos y ética, encuentro en Palermo: “Concientizar a los jóvenes sobre la gestión tributaria”

Los romanos, en la época de Jesús, los recaudaban a través de los “recaudadores de impuestos”, que muchas veces eran mal vistos precisamente porque estaban atados al dinero.
Pero la tributación, dice el Papa Francisco, es signo de legalidad y de justicia: “El tributo, cuando es justo, está en función del bien común.
Trabajamos para aumentar la cultura del bien común para que se tome en serio el destino universal de los bienes, que es la finalidad primera de los bienes”.

El encuentro organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos Gonzaga y la Cámara de Abogados Fiscales de Palermo, con el patrocinio de la Orden de Abogados y UNCAT, parte del reciente discurso del Papa Francisco a una delegación de la Agencia Tributaria, en la tarde de hoy (abril 22) en el auditorio Gonzaga.

“Contribución tributaria entre el derecho y la ética” es el primero de los encuentros sobre “Legalidad Tributaria” destinados a educar y sensibilizar a los jóvenes sobre el tema.
“La idea es realizar un curso de capacitación -explica Angelo Cuva, profesor de Derecho abogado tributario y presidente de Cat Palermo- de sensibilización dirigida sobre todo a los jóvenes en las escuelas, pero también a los estudiantes universitarios y diversas categorías profesionales sobre la cultura fiscal”.

Una reflexión sobre la relación entre la matriz ética y la obligación legal en las contribuciones tributarias acompañó todo el encuentro que, tras el saludo del director general del Instituto, Vitangelo Denora SJ, contó con las intervenciones de: Francesco Beneduce, obispo auxiliar de Nápoles; Marco Romano, editor del Giornale di Sicilia; Lucia Mauceri, presidenta de la Asociación de Antiguos Alumnos de Gonzaga; Ernesto Maria Ruffini, director de la Agencia Tributaria y Giuseppe Riggio, director de la revista Social Updates.
Presentan los alumnos de cuarto y quinto de secundaria.

“Desafortunadamente, los programas escolares actuales no le dan el espacio adecuado a este tema de los impuestos – explica Cuva – muchos estudiantes salen de la escuela sin saber qué es un impuesto, un impuesto.
No están adecuadamente capacitados para hacer frente de manera competente a algunas dinámicas del mundo de los adultos, como la gestión fiscal.
Hay que obligar a los contribuyentes a pagar impuestos, pero si no saben es claro que se hace aún más difícil.
Es un déficit cultural que hay que salvar”.

Hay alrededor de 70 mil millones de impuestos impagos en Sicilia durante un período de veinte años y sufrir las consecuencias es el bien común.
“El recaudador debe servir no sólo para recaudar sino, a través del gravamen -concluye el catedrático de Derecho Tributario-, para distribuir servicios de utilidad social a los últimos, a los necesitados”.

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