Yoga de Cachemira, en Palermo un seminario para conocerlo mejor

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Es una experiencia abierta a todos aquellos que quieran experimentar por primera vez esta maravillosa disciplina, en un contexto natural y al aire libre, inmersos en el bosque de Madonie, a través de prácticas intensivas que se desarrollarán desde el amanecer hasta el anochecer.
El yoga, tomado en su sentido más puro, no es una actividad, es una celebración del estado natural del hombre.

El tema del seminario de este año es: “Sin objetivo, sin intención.
Práctica no finalizada que se convierte en Arte y pura Celebración” y tendrá lugar del 24 al 26 de junio en la capital siciliana.

El estado natural del hombre es un estado en el que uno se siente satisfecho, la percepción de este estado, por toda una serie de razones relacionadas con las vivencias personales, superestructuras psicológicas, sociales y culturales, acumuladas en nuestra experiencia terrenal, está distorsionada.

Enfoque de celebración para acercarse y volver al estado natural.

A través del enfoque celebratorio de Kashmir Yoga queremos proponer un intento de acercamiento y retorno a este estado natural del que hemos perdido la conciencia.
El enfoque de Kashmiri es simple desde el punto de vista conceptual pero es complejo en el enfoque completo porque estamos muy estructurados, la práctica debe estar libre de los condicionamientos impresos en el cuerpo y debe estar enfocada en darse cuenta de cuán rígido es nuestro cuerpo, contratado y condicionado.
Herencia de todo nuestro pasado, esta memoria se encuentra en forma de tensiones, reacciones, agresiones.
Poder mirar los límites físicos nos hace trascenderlos.

Explora el cuerpo sin dejar ningún espacio fuera.
Sin interferencias de lo agradable o desagradable, de amar o no amar, la no participación psicológica en la postura es el espacio indispensable para descubrir los refinamientos de este arte.
En la práctica queremos expresar el cuerpo vacío que excede el espacio físico, y lo que queremos sacar es el cuerpo energético, el movimiento se detiene antes de crear un cuerpo físico, nos movemos como fantasmas, entonces es necesario amortiguar la fisicalidad y compromiso muscular en posiciones.

La base de la práctica es escuchar.

El eje vertebrador de la práctica es escuchar, darse cuenta de lo que ocurre momento a momento, posicionarse en el momento y aceptar los acontecimientos en forma de sensaciones que van surgiendo.
No estamos acostumbrados a nada, todas nuestras acciones están siempre orientadas hacia un objetivo, de lo contrario no actuamos.

En esta experiencia, sin embargo, no tenemos un propósito de aprendizaje sino simplemente una propensión a escuchar sin personalización.

El yoga adopta un enfoque global y se eleva al arte

El yoga no es gimnasia aunque se presenta con una exterioridad física, aporta un enfoque global que la distingue de la gimnasia y la eleva a un arte.
Hay una dimensión física, una dimensión de respiración, una dimensión mental, una dimensión emocional y una dimensión energética.
Normalmente los participantes, después de este curso intensivo, quedan muy satisfechos.
Los rasgos de sus rostros están distendidos, han saboreado una modalidad existencial diferente, lo que les da una carga extra, al retomar el contacto con la cotidianidad según una perspectiva cambiada.

En el concepto indio tradicional el Universo es la Realidad Suprema, la Conciencia Absoluta, en cuanto esta Conciencia se prepara para emanar un universo, se presenta como una unidad de dos aspectos, Conciencia y Energía.
Cada parte del universo, física o mental, es una expresión particular de este Absoluto.
En la tradición india, la conciencia, el silencio, se simboliza como masculino, mientras que su expresión en el espacio-tiempo se simboliza como femenina.
Lo masculino es la verdad última, el principio metafísico.
Lo femenino es su proyección.

El microcosmos individual es el reflejo del macrocosmos.
En la práctica del Yoga celebraremos estos aspectos del hombre, tomaremos poses, los exploraremos en su fisicalidad, los despojaremos de contenido personal y psicológico, los disolveremos en un camino de retorno que nos lleva a un estado de silencio

El énfasis en la disolución de la postura, en la fase de retorno, la vibración del cuerpo sentido como sensación y su reabsorción en el silencio son la esencia de la técnica tradicional de Cachemira.

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