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Las semillas de los cultivos ofrecidos a la venta no habrían contado con las certificaciones necesarias y la empresa (cuyo nombre no se reveló) no habría cumplido con las obligaciones establecidas para la mezcla de unos tipos de trigo con otras variedades.
La policía financiera incautó más de 100 toneladas de productos al final de una operación que involucró a las provincias de Palermo, Bari, Potenza, Caltanissetta y Agrigento.
Cinco personas, entre ellas un gran distribuidor de Palermo, fueron demandadas por fabricar y comerciar con usurpación de derechos de propiedad industrial.
La actividad contra la denominada piratería agroalimentaria fue realizada por soldados de la Unidad Especial de Bienes y Servicios con el aporte de los Comandos Provinciales y Sicasov, la sociedad cooperativa de interés colectivo agrícola de ganaderos.
Se elaboró un “análisis de riesgo focalizado en el sector agroalimentario destinado -se lee en una nota- a verificar el cumplimiento de las obligaciones relativas a la producción y comercialización de variedades certificadas de trigo duro”.
Durante los controles, precisa la Fiamme Gialle, surgieron varias hipótesis ilícitas: el uso de semillas sin la certificación requerida, la venta de trigo de algunas variedades protegidas – Antalis, Marco Aurelio, Athoris, Avispa, Lg Anubis y Tirex – sin haber cumplido los obligaciones relativas, la mezcla del mencionado trigo con otros de diferentes variedades”.
Las pruebas genotípicas sobre las muestras tomadas se realizaron en el laboratorio Crea en Foggia especializado en el sector.