Región de Sicilia, Schifani lanza la revolución en el cuidado de la salud: “Entonces cambiaremos la alta dirección”

El 2023 en la Región comenzará con los cambios en la cima de la galaxia que gravita alrededor del Palazzo d’Orleans. La Asp y los hospitales, la comisión que autoriza las grandes plantas, las filiales y sobre todo el consorcio de autopistas. Renato Schifani había convocado a periodistas para ilustrar las disposiciones de fin de año de la Junta pero terminó marcando la ruta a corto/mediano plazo.
En la cima de la salud pública, el presidente quiere un “cambio significativo”. Es la señal de que la mayor parte de la vieja guardia hoy al frente de ASP y hospitales no debe ser reconfirmada, aunque la elección final salga de una licitación que la junta aprobó ayer: sólo los gerentes que hayan obtenido la inscripción en un registro editado por el Ministerio. “Pero para elegir dentro de esta lista -anticipó el presidente- hemos decidido que las entrevistas de la fase de selección serán públicas”. El cambio de guardia en ASP y hospitales debería darse en junio, hasta entonces los actuales directivos permanecen como comisionados extraordinarios.

Schifani también anticipó que 2023 será el año de la revisión de la relación con la sanidad privada: «El objetivo es reducir las listas de espera. Y por eso trabajaremos en presupuestos privados. Durante el año ya no podrán trabajar para nosotros si se alcanzan estos techos, por lo que pondremos nuevos techos».
El sistema de botín que la Junta ha decidido poner en marcha en enero también afectará a las filiales. Y aquí Schifani ya se ha fijado algunos objetivos. Entre los primeros escaños que se asignarán estará el del Cas, que gestiona, entre otros, el Palermo-Messina: «Las autopistas están en un estado ofensivo para los sicilianos. Lo estamos discutiendo con Anas y en cuanto al Cas sacaremos nuestras conclusiones».

Otro asiento que tendrá prioridad a principios de año es el de la Cts, la comisión que autoriza las grandes plantas, hasta mañana en manos del muy disputado Aurelio Angelini. La licitación para encontrar al nuevo presidente y los nuevos vocales vence en febrero, mientras aguardaba ayer Schifani discutió durante una hora con los regidores sobre el nuevo reglamento que guiará la evaluación de los proyectos: «El elaborado por el antiguo gobierno requiere 30 o 40 pasos antes de llegar a la opinión final. Ni siquiera yo pude leer las reglas hasta el final. Estamos pensando en simplificar todos los trámites. Y afortunadamente podemos hacerlo por decreto». Schifani ha recordado que «la oposición de la CTS ha dificultado la puesta en marcha de proyectos en el ámbito de los residuos. Pero no sólo eso, he oído de todas partes el grito de dolor por un organismo que ha paralizado Sicilia». Y agregó que recién a principios de febrero “podremos entregar por lo menos los primeros lotes del séptimo tanque de Bellolampo, aliviando los inconvenientes de la provincia de Palermo”.

La batalla por el coste de los vuelos sigue estando en el centro de este programa a corto plazo: «Estamos negociando el aumento de las conexiones desde y hacia Sicilia con una tercera aerolínea. Pero me pregunto por qué cada vez que se encontraba un tercer portaaviones, huía al poco tiempo. Tenemos que investigar más el caso”.

El presidente luego insinuó que no quería exacerbar el enfrentamiento en curso con el Tribunal de Cuentas por el desafío del presupuesto 2020, que amenazaba con llevar a la Región a una maniobra correctiva de mil millones. La Junta tenía ayer en el orden del día la propuesta del consejero de Economía, Marco Falcone, de contraapelar la decisión del Tribunal de Cuentas planteando otro conflicto de poderes. Pero Schifani optó por un perfil bajo: «El Tribunal de Cuentas ya se había dirigido al Consejo porque hay un enfrentamiento continuo entre el poder judicial contable y el gobierno nacional del que Sicilia es víctima. Por este motivo no impugnaremos la decisión del Tribunal de Cuentas”. Strong, el presidente de la Región, de la ley nacional Salva Sicilia que “sanó” los movimientos realizados en 2020 por el gobierno de Musumeci, evitando maniobras de lágrimas y sangre para la junta de Schifani.

Es un convenio, el que firmó el presidente con el Gobierno nacional, impugnado por la oposición por renunciar a la posibilidad de reclamar créditos antiguos. Schifani negó que estos valieran 8.000 millones (“no dice en ningún lado”) y dejó de lado sus intenciones de “ser mejor en 2023”, al menos con la oposición: “Esta es una oposición inconsistente, que protesta por nada y hace no hacer propuestas. El enfrentamiento en el Ars a fines de enero, cuando habrá una votación sobre el Presupuesto. En tanto, la junta aprobó ayer el ejercicio provisional por un mes.

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