Pigliacelli paratutto en Módena, así se ganó el cariño de la afición palermitana
Respondió a las críticas sobre el terreno. En silencio, a pequeños pasos y con una buena dosis de “golpes de riñón”, Mirko Pigliacelli se está ganando el cariño de los palermitanos. Y contra Módena, no cabe duda de que es el manifiesto del renacimiento rosanero (o de un presunto).
Desde las notas de ‘Libres del deseo’, con las que el portero afrontó el viaje que le llevaría desde Roma y Palermo, hasta la fuga pindárica en Módena anoche (29 de octubre). Sacar el balón de la intersección de los postes de la portería. Y este es solo el segundo gesto del súper partido de la ex Craiova.
En la primera mitad, de hecho, Pigliacelli se convirtió en el protagonista de una fenomenal parada sobre el cabezazo de Falcinelli. El jugador de 29 años dio un salto felino a su derecha al sacar el balón de un córner. Grita, lidera la defensa y se regocija de su destreza como si hubiera marcado. Si alguien aún tenía dudas sobre el apego del niño nacido en la Roma a la camiseta de Palermo, mire las hazañas de los últimos partidos.
E incluso cuando el público le pilla, como en el partido ante el Sudtirol, cuando fue él quien volvió a ponerse en los pies de Udogwu y dio la victoria a los tiroleses del sur, respondió con atajadas. Pese al tonto, de hecho, el portero se recuperó en la segunda parte con paradas extraordinarias para evitar el 0-2 y mantener arriba a su equipo.
Corazón, sudor y sacrificio. Pigliacelli contiene en sí esa sana locura que faltaba en los postes de Palermo desde los tiempos de Alberto Fontana. En Craiova, Devis Mangia también lo había designado como lanzador de penales cuando su equipo falló 5 penales seguidos con jugadores de campo. Y marcó, antes de marcharse de Rumanía en plena remontada. Un poco de dolor en el estómago, luego la recuperación y los pensamientos se volvieron solo para Palermo.
“No he pensado dos veces en venir aquí.“, dijo en la sala de prensa el día de su presentación. En al menos dos de las tres victorias de los sicilianos en la liga, está su firma. Incluso ante el Genoa en casa, sus atajadas fueron decisivas. El partido terminó 1- 0 y Pigliacelli se lo llevaron todo (al menos 3-4 paradas decisivas entre la primera y la segunda mitad), pasión por la pesca pero carácter carnívoro cuando la mesa está lista. Palermo tiene su portero “loco”. Portero por casualidad, ya que Mirko quería ser un gran delantero desde niño. Entonces el destino se lo llevó unos metros atrás, para parar en el área penal. Y, quizás, es mejor así.
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