Palermo, victoria con emoción final: el habitual Brunori extiende Génova a Barbera

Más que ayer menos que mañana. No hay duda de que este es el caso. Todavía una Barbera abarrotada, todavía mucho vítores en la grada. Y una dedicatoria: la de Totò Rambo, el histórico jefe ultras del club de Viale del Fante, fallecido en los últimos días. La anticipación de la 5ª jornada del campeonato de fútbol de la Serie B comienza con un escenario extraordinario entre Palermo y Génova. Y remata, con un 1-0 que premia al rosanero. Una imagen perfecta.

La primera oportunidad real de gol es para el Génova. Ekuban cierra el uno-dos con Coda y cara a cara con Pigliacelli patea sensacionalmente al costado. Ni siquiera los 3′ en el reloj y ya un niño trepidante de los habituales abismos defensivos. Genoa ataca, Palermo es tímido y comete muchos errores sobre todo en la salida, cuando tienen que construir con los dos centrales. Stulac está bien presionado por Badelj que se levanta y la maniobra lucha por relajarse. Muchos balones regalados y un Génova que no parece lúcido y despiadado.

Así, los anfitriones crecen en autoridad. Y a partir del 23′ construyen 3 balones claros de gol. El primero es fruto de una presión asfixiante de Brunori que roba el balón y centra por el medio para el libre Di Mariano que patea desde dos pasos, pero al costado. A partir de este momento entra también en el campo el fantástico público de Barberá (23.646 aficionados en la grada). “Mántanos este gol”, es el coro cantado a todo pulmón. Y Palermo sigue jugando.

La otra ocasión es fruto de un rápido trompo vertical de balón y un repentino corte de Elia por fuera. Brunori (de los pies remata la acción) patea desde unos pasos pero Martínez está atento. Al 36′ es Elia quien roza la ventaja: el ex lateral del Benevento patea desde muy cerca y encuentra la excelente salida rasa de Martínez que primero toca y luego bloquea con un toque atrás. Pero el equipo de Corini cerró un primer curso con un crescendo que empezó con la habitual amnesia sensacional. El rosanero mejoró en la posesión e hizo viajar mejor el balón que el Génova a partir del 30.

La segunda parte confirma las buenas intenciones. Palermo encontró merecidamente el gol de la ventaja, con su delantero, siempre el mismo: Matteo Brunori. Al contraataque un toque del jugador Grifone favorece al ítalo-brasileño que en el cara a cara con Martínez no falla. Bolgia, estruendo ensordecedor. Una película vista y reseñada: Matteo bajo la curva y el estadio en llamas. Genoa tarda en reaccionar, pero lo hace de una manera muy peligrosa: al 63′ Pigliacelli bloquea el balón en la línea de gol tras un pinball loco en el área penal, en desarrollo de tiro de esquina. El Grifón crece visiblemente con el paso de los minutos y el protocolo es claro: hay sufrimiento. Primero Coda gira y con la derecha en el área de penalti engancha a Pigliacelli (73′), luego Ekuban cara a cara con el ex Craiova intenta un empujoncito que termina por poco (75′).

El Palermo parece en las piernas, pero encuentra la fuerza para asustar nuevamente a Martínez. Dos veces, otra vez con Brunori. Dos acciones fotocopiadas: Soleri (que entró por Di Mariano en el 83) escupe el balón para el exdelantero de la Juventus que patea el primer tiempo con la derecha y encuentra la respuesta, un poco torpe, del portero contrario, y el segundo vuelta con la izquierda pero débilmente. El árbitro otorga 6 minutos de recuperación, la afición tiembla. Y lo hacen aún más cuando el Génova encuentra el gol en el minuto 93, luego anulado (gracias a la intervención del Var) por el árbitro. Tres minutos después, el triple pitido de un partido sudoroso, peleado y merecidamente llevado a casa. Y en la Barbera vuelve a ser una gran fiesta. Tres puntos que llevan al equipo de Corini a 7 puntos en la clasificación, en 5º lugar, a la espera de las carreras del fin de semana.

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