Palermo, el auto enloqueció en sede municipal: “Un gran estruendo, luego los gritos…”

Son alrededor de las 8:30 de la mañana de ayer, lunes 14 de noviembre, cuando una mujer que conducía un Citroen C3 con caja de cambios automática choca su auto contra la puerta de entrada del departamento de Recursos Humanos de la Municipalidad de Palermo, en via Garibaldi, una conocida calle en el centro histórico, derribándolo y atropellando al ujier. «Fue un ruido tremendo, cuando nos asomamos vimos que la puerta de entrada se había derrumbado», es el relato de unos restauradores que trabajan en la fachada del palacio nobiliario de Ajutamicristo, justo enfrente de las oficinas municipales.

Desde hace un tiempo, la zona del centro histórico es protagonista de rodajes cinematográficos. Pero lo que ayer por la mañana se presentó ante los ojos de los restauradores y de todo el barrio no forma parte del decorado de una película de acción. El estruendo atrajo a todo el vecindario: «Al principio pensamos que era Rap quien recogía el vaso -dice un empleado municipal, cuya oficina está en el primer piso-, suelen llegar a esta hora. Por supuesto, todos habíamos notado que el ruido era más fuerte de lo habitual». Lo que más llamó la atención fueron los gritos: “Cuando oímos gritar a la gente nos asomamos -continúa- y vimos la puerta destrozada”.

Desde las primeras reconstrucciones, la mujer que conducía el coche había entrado con el vehículo en el atrio del palacio noble, probablemente para dejar a alguien en el trabajo. Posteriormente, al salir del edificio, habría tenido una enfermedad, pero quedando con el pie en el acelerador. «Estábamos aquí en la oficina -cuentan otros empleados municipales con puestos en la parte baja del edificio contiguo a la puerta de entrada- fue una sensación tremenda. Un rugido sordo. Por suerte, en ese momento, no pasaba nadie”.

El coche, lanzado a toda velocidad, tras romper la puerta, arrancó la jaula del ujier, arrojando al hombre hacia la zona de ascensores. El coche, en cambio, prosiguió impertérrito su recorrido, acabándolo, tras haber derribado una segunda jaula, contra una segunda puerta al final del atrio del edificio. «En la tragedia -prosiguieron los empleados municipales-, la suerte quiso que esta mañana no hubiera un segundo portero. Y sobre todo alguien que estaba fichando, dado que el equipo de chapas está situado en la entrada justo por donde ha entrado el coche».

Al lugar acudieron policías, bomberos y ambulancias. Los dos, heridos pero afortunadamente fuera de peligro, fueron trasladados al hospital: el hombre está hospitalizado en el Policlínico, mientras que la señora fue trasladada al Cívico. Los funcionarios de la ciudad se mantuvieron en contacto con la familia del ujier, quienes dijeron que estaban fuera de peligro. Pocas noticias de la mujer, pero también parece que ella tampoco va en serio. Luego de unas horas, llegó al lugar un equipo de trabajadores, quienes de inmediato aseguraron lo que quedaba de la puerta y cerraron el abismo dejado por el paso de la astilla loca. Los investigadores están trabajando en los detalles adicionales para establecer la dinámica exacta del incidente.

Sesión de fotos por Alessandro Fucarini

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