Los cementerios de Palermo redefinen su ‘look’ para recibir a los familiares de los fallecidos tras tres días de cierre por limpieza, pero en el Rotoli, donde más de 1.340 féretros esperan ser enterrados, la sorpresa llegó esta madrugada. Se robaron cinco grifos de otras tantas fuentes con la consiguiente pérdida de agua: como en el tramo 363 donde el agua brota sin poder detener el caudal.
“Precisamente ayer, con los equipos de trabajadores de Reset, hicimos una importante intervención para reemplazar todos los grifos en las fuentes de agua potable para garantizar la certeza del agua corriente para las familias de los fallecidos – dice con amargura el concejal municipal de la sucursal Totò Orlando – . El gerente de Reset me llamó temprano esta mañana para informarme que las salidas de agua en cinco fuentes habían sido arrancadas. No es la primera vez que ocurren estos lamentables hechos, es evidente que alguien los ha robado».
En los últimos días, el mayor cementerio de la ciudad -repartido en 22 hectáreas entre los pueblos de Arenella y Vergine Maria- ha sufrido un importante “maquillaje” con vistas a la fiesta de difuntos.
“Se han restaurado todos los sistemas de agua que permiten que el agua llegue a todas las fuentes del cementerio -añade el comisario Orlando-. Todos los días voy al cementerio a revisar y revisar, estamos haciendo una serie de obras para recibir mejor a los familiares y sobre todo hemos hecho decorosos los ataúdes que están bajo los toldos esperando ser enterrados. Es intención de la administración dar prioridad a los no galvanizados por razones obvias».
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