Modelo de Génova para Palermo, el sindicato de Orsa: “El Municipio debería tener un Departamento de Mar”
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“El Municipio debe tener un Departamento del Mar”.
La propuesta proviene de Giuseppe Prestigiacomo, delegado confederal de Orsa para la provincia de Palermo y consultor regional de Orsa Marittimi, y está dirigida a la nueva administración que se establecerá después de las elecciones.
El modelo a tomar como ejemplo es el de Génova, donde hay un miembro del consejo que se encarga de las políticas marítimas, de la conexión entre puerto y ciudad, de las relaciones con el mundo portuario y de la logística.
“Una forma -explica Prestigiacomo en un largo llamamiento a todo el espectro político de la ciudad- de gestionar las diversas actividades, concentrándolas en un único lugar de coordinación, tramitación y planificación que se ocupa de la reurbanización del litoral, del mundo portuario, infraestructuras, construcción naval y logística Contar con un concejal de referencia y un equipo claramente identificable dentro de la administración municipal es fundamental para proyectar Palermo y su área metropolitana hacia un futuro de habitabilidad, capaz de atraer un turismo sostenible, realzar la belleza de esta ciudad y crear nuevos trabajos Necesitamos poner fin a la era de los anuncios y presentar los hechos “.
Según Prestigiacomo, para devolverle el mar a la ciudad es necesario partir de la “reurbanización del litoral” y de un acuerdo con la Autoridad Portuaria que “permita alcanzar un punto de equilibrio aceptable entre lo técnico, lo económico, lo requisitos de protección del medio ambiente y del paisaje”.
“Durante años – dice el sindicalista de Orsa – hemos estado escuchando, con muchas proclamas e inauguraciones con bombos y platillos, dragado, recuperación, una nueva estación marítima (cerrada incluso después de la inauguración), remodelación de la costa.
En Palermo, sin embargo, el puerto queda obsoleto, limitado en ese espacio, sin ninguna intervención realmente mejoradora, se han demolido obras públicas millonarias que nunca entraron en funcionamiento (como el Italimpianti y el granel seco) para construir un nuevo muelle sin evaluar el estructuras intrínsecas y necesarias para su correcto uso.
Da igual que falte acogida, confort, seguridad y que se utilicen materiales que combatan la salinidad”.
“Un puerto que choca con la ciudad” es la metáfora utilizada por Prestigiacomo para subrayar los problemas no resueltos en materia de “contaminación ambiental y seguridad en la navegación”.
Este último, explica, “no encuentra aplicación por inadecuados canales de maniobra y dispositivos de amarre de embarcaciones”.
Además, “las superficies en planta no tienen en cuenta las instalaciones y sistemas de las plataformas, mientras que la dotación de aseos no se calcula sobre el flujo de usuarios, los sistemas eléctricos, de agua y contra incendios no están correctamente distribuidos, pero por encima todo, hay un puerto falto de intercambio y oxigenación de las aguas interiores.
Ni hablar de los accesos viales: la arteria principal es un revoltijo de ruidos, irregularidades en la aplicación del Código de Circulación”.
La franja costera necesita “un proyecto capaz de dar forma a las diversas actividades económicas que generan empleo con el aprovechamiento del mar”.
Por eso necesitamos “un plan detallado que integre la costa, el mar, el frente marítimo, los astilleros, la puesta en valor de los pueblos costeros, el desarrollo de la marina local (ya extinguida)”.
Así continúa la nota de Prestigiacomo, que subraya “la ausencia de una estructura operativa municipal y regional capaz de reunir y coordinar las distintas oficinas, donde cada uno ‘navega’ en sus propios términos, descargando responsabilidades y competencias.
Activación de un grupo de trabajo capaz de mapear y controlar los cauces naturales y vertidos ilegales al mar, verificar los vertidos de las depuradoras que vierten al mar, transformando el litoral de la provincia en un embalse munniza“.
En el ámbito de la gestión de residuos, dentro del recinto portuario “la recogida selectiva nunca ha despegado”.
“Sin embargo, se necesitaría poco: por ejemplo, establecer puntos de recolección para entregar los desechos para su reciclaje, incluidas las redes de pesca dañadas que, si se dejan en el mar, tardan más de 400 años en desintegrarse”.
Discusión aparte, según el sindicalista de Orsa, “los desagües canalizados al río Oreto merecen”: las ordenanzas de prohibición de bañarse y la instalación de carteles ahora corroídos por la salinidad no bastan, hay que planificar intervenciones para evitar la proliferación de colibacterias, de los plásticos y microplásticos que se vierten en el mar se convierten entonces en parte integral de la cadena alimentaria”.
“Si el mar es el recurso natural más importante de nuestra ciudad -concluye Prestigiacomo- entonces es necesario dedicarle un trabajo a largo plazo, poner en marcha proyectos y comprobar constantemente su avance y ejecución.
Ha llegado el momento de reponer los anuncios y proclamas con una visión orgánica que lleve a Palermo y a sus ciudadanos a recuperar la posesión del mar”.