La muerte de Rebellin, el dolor de Nibali: «El que corre riesgos todos los días»

El dramático final de Davide Rebellin, atropellado por un camión mientras paseaba en bicicleta por las calles de su casa, enciende las luces sobre el tema de la seguridad de los ciclistas y trae a la mente muchos otros accidentes de tránsito que involucran a campeones, como el de Michele Scarponi, quien falleció. en 2017 atropellado por una furgoneta, o Alex Zanardi, gravemente herido en 2020 tras chocar su handbike con un camión.

«No quería creerlo cuando me enteré, y fue un verdadero susto -comenta por teléfono el excompañero de Rebellin en la selección, Vincenzo Nibali-. Era una persona real, muy tranquila y un gran profesional y saber que murió así me impacta mucho, pero me confirma que cualquiera que monta en bici arriesga todos los días. La seguridad vial es un objetivo que debe perseguirse a toda costa.

«Hace años yo también fui “aplastado” por el remolque de un camión en una curva, durante un entrenamiento. A mí me fue bien, porque solo me tocó pero todavía tengo una sensación de terror muy clara», prosigue Nibali, que debería haber asistido por la tarde a la presentación en Milán de la Maglia Rosa del Giro de Italia 2023, una evento cancelado tras la noticia de la muerte de Rebellin. Nibali se muestra partidario de la propuesta de incluir una norma en el código de circulación que obligue a respetar la distancia mínima de metro y medio al adelantar a un ciclista.

«Es un paso adelante, aunque en la práctica y en determinados caminos no es fácil -dice-. Una forma más segura de ir por carreteras abiertas en los entrenamientos ha sido la de ir lado a lado, porque eres más visible para los que están detrás del volante».

La seguridad de los corredores también suele ponerse en riesgo en la carrera, donde lamentablemente no se cuentan las caídas mortales sino también los accidentes por comportamiento irresponsable de personas que conducen coches u otros vehículos accidentados en plena carrera. En 1971, el campeón del mundo Jean Pierre Monserè, vigente campeón del mundo, murió atropellado por un coche antes de una carrera. En 2010, el italiano Thomas Casarotto chocó con un coche que acabó en el hipódromo durante el Giro del Friuli y falleció pocos días después en el hospital. Igual suerte corrió, en 2016, el belga Antoine Demoitiè en Gante-Wevelgem, atropellado por una moto y muerto en el hospital. Un par de meses antes, el francés Romain Guyot, de 23 años, fue atropellado por un camión en un cruce. Nombres y rostros conocidos, la triste tapadera de una masacre que involucra a profesionales y aficionados.

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