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PALERMO – En la noche del lunes al martes, dos delincuentes ingresaron al Polideportivo Universitario en Via Altofonte 80 de Palermo, dañando y robando una de las canaletas del polideportivo.
Los dos, inmortalizados por las cámaras de videovigilancia, sacaron el “botín” de la cerca, sin importar la amplia red de seguridad instalada por Cus Palermo.
Este episodio, ya denunciado a las autoridades competentes, debe enmarcarse en una triste sucesión de hurtos y vandalismos.
Constante a lo largo de los meses y semanas.
Es un delito sin fundamento concreto, dado que los bienes sustraídos son de escaso valor, como comida de la barra, sombrillas, cenadores, material técnico en pista (obstáculos, conos), pesas de la zona fitness o, incluso, la mitológica bicicleta de montaña del director, una década de antigüedad y de valor puramente emocional.
Amargo, pero decisivo el comentario del presidente de Cus Palermo, Giovanni Randisi: “Estos episodios son el resultado de una cultura delictiva muy extendida en nuestra ciudad.
Lo robado, en efecto, no tiene un valor tal que justifique estos robos continuos.
Nos preguntamos si lo que lleva a cabo Cus Palermo, en cuanto a promover la sana actividad deportiva entre los ciudadanos de todas las edades, de los valores de la legalidad y la honestidad, a alguien no le molesta.
Es muy triste – continúa Randisi – que una realidad como Cus, generalmente reconocida como una de las excelencias, tanto desde el punto de vista deportivo como de gestión, de nuestra ciudad sea víctima de esta furia.
Pedimos a las instituciones que estén a nuestro lado, como ciudadanos y ciudadanas de Palermo, porque con todas las dificultades que ha afectado a todo el país en los últimos dos años, ciertamente no es fácil mantener un polideportivo en estos niveles de eficiencia.
La mentalidad de robo, delincuencia, ilegalidad no puede ni debe representar a la ciudad de Palermo.
Estamos comprometidos todos los días para poder garantizar un servicio a Palermo digno de una estructura en el Norte, pero solos no podemos defendernos de quienes creen que un oasis como el Cus debe ser continuamente saqueado y dañado”.
El episodio de esta noche es solo el último de una larga serie de vandalismo y robo.
Muchas veces los delincuentes son siempre las mismas personas, detenidas pero liberadas, que vuelven a robar al día siguiente.
Una situación inmerecida e inaceptable.
Para contrarrestarlos, el Cus Palermo ha creado un sistema de seguridad (compuesto por videovigilancia y la presencia permanente de una empresa de seguridad privada) que muchas veces logra identificar a los delincuentes, que así no solo traen a casa bienes robados de escaso valor, sino que van para hacer frente a las debidas consecuencias.